Las técnicas de escucha comprometida, como el contacto visual, el asentimiento y el uso de palabras clave para elogiar la franqueza, ayudan a que los adolescentes admitan su mal comportamiento y compartan sus sentimientos con los padres, según un estudio publicado en la revista Journal of Experimental Child Psychology.
Para su estudio, investigadores de las universidades de Reading y Haifa pidieron a un millar de jóvenes de entre 13 y 16 años de edad que vieran una conversación escenificada entre un padre o una madre y un adolescente sobre una situación difícil.
Así, el primer escenario de conversación mostraba a un adolescente que admitía a su madre que había vapeado (inhalado el vapor creado por un cigarrillo electrónico u otro dispositivo para vapear) y se sentía avergonzado; en el segundo, un hijo adolescente le contaba a su madre que sus compañeros lo habían rechazado por negarse a vapear, y se sentía herido. Cada escenario tenía una versión en la que el padre o la madre escuchaba atentamente, y otra en la que los progenitores parecían más distraídos y utilizaban menos el contacto visual.
Los participantes que vieron las versiones en las que el padre o la madre se mostraba atento indicaron que se habrían sentido mejor y sería más probable que volvieran a hablar sobre sus sentimientos con los progenitores en el futuro. En otras palabras, la escucha atenta favorecía que los jóvenes se sintieran más auténticos y conectados con los padres.
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Artículo completo: “Parental listening when adolescents self-disclose: A preregistered experimental study“. Netta Weinstein et al., en Journal of Experimental Child Psychology, 2021.