Existe una biodiversidad invisible, no tan carismática como la que suele salir en medios de comunicación y lidera las campañas de conservación, pero es la que sustenta a esos animales más mediáticos. Es el caso de los invertebrados acuáticos cuya desaparición podría afectar negativamente a aves y peces de río de gran interés, como la trucha o el salmón.
Esto es lo que sugiere un estudio realizado por la Estación Biológica de Doñana (CSIC), en colaboración con centros de investigación y organismos ambientales de Reino Unido. El objetivo del trabajo, publicado en la revista Ecography, ha sido identificar qué características de las presas de estas aves y peces mejor predecían el tamaño de sus poblaciones: si la abundancia de presas, la variedad o la especialización en tipos concretos.
Los resultados indicaron que, en general, los invertebrados acuáticos suponen un gran porcentaje de su dieta y que estos depredadores tienen especial predilección por las larvas de insectos que aparecen en las zonas de corriente y tienen una escasa capacidad para escapar nadando. Esto demuestra, por tanto, que la dieta especializada de peces y aves acuáticas podría ser una de las claves que explica el descenso de sus poblaciones.
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Artículo completo: “Populations of high‐value predators reflect the traits of their prey“, por Gutiérrez‐Cánovas, C. et al., en Ecography.